Inicio
Caminando
Contacto


Don Quijote
Viajeros
Juan Pablo II


Mis Escritos

El Reino de Dios (LG 5)


El reino de Dios

El misterio de la santa Iglesia se manifiesta en su fundación. Pues nuestro Señor Jesús dio comienzo a su Iglesia predicando la buena nueva, es decir, el Reino de Dios, prometido muchos siglos antes en las Escrituras: "Porque el tiempo está cumplido, y se acercó el Reino de Dios" (Mc., 1,15; cf. Mt., 4,17).

Ahora bien, este Reino comienza a manifestarse como una luz delante de los hombres, por la palabra, por las obras y por la presencia de Cristo. La palabra de Dios se compara a una semilla, depositada en el campo (Mc., 4,14): quienes la reciben con fidelidad y se unen a la pequeña grey (Lc., 12,32) de Cristo, recibieron el Reino; la semilla va germinando poco a poco por su vigor interno, y va creciendo hasta el tiempo de la siega (cf. Mc., 4,26-29).

Los milagros, por su parte, prueban que el Reino de Jesús ya vino sobre la tierra: "Si expulso los demonios por el dedo de Dios, sin duda que el Reino de Dios ha llegado a vosotros" (LC., 11,20; cf. Mt., 12,28). Pero, sobre todo, el Reino se manifiesta en la Persona del mismo Cristo, Hijo del Hombre, que vino "a servir, y a dar su vida para redención de muchos" (Mc., 10,45).

Pero habiendo resucitado Jesús, después de morir en la cruz por los hombres, apareció constituido para siempre como Señor, como Cristo y como Sacerdote (cf. Hch, 2,36; Hebr., 5,6; 7,1721), y derramó en sus discípulos el Espíritu prometido por el Padre (cf. Hch, 2,33).

Por eso la Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador, observando fielmente sus preceptos de caridad, de humildad y de abnegación, recibe la misión de anunciar el Reino de Cristo y de Dios, de establecerlo en medio de todas las gentes, y constituye en la tierra el germen y el principio de este Reino. Ella en tanto, mientras va creciendo poco a poco, anhela el Reino consumado, espera con todas sus fuerzas,y desea ardientemente unirse con su Rey en la gloria.

El número 5 de la LG se presenta en dos partes :

Realización istórica de la institución del Reino : palabras, milagros, la persona de Cristo.

Indole pneumática y escatológica de este Reino.

Realización histórica de la institución del Reino.

Cristo mediante sus palabras : Anuncia el Reino y su establecimiento como un cumplimiento de las profecías del AT (Cf. Mt 3,2.4.17 ; Mc 1,15). Cristo señala la naturaleza espiritual de este Reino (que se realiza ene el mundo, pero que no pertenece al mundo (Jn 18,26) que es presente y que es futuro (Mt 13,24-50).

Cristo con su acción pone en dinamismo ese Reino (Cf. Lc 4,16 ; 11,20 ; 7,18-28 ; Mt 11,1-11).

Cristo mediante su persona manifiesta el Reino. Los títulos con los que es llamado señalan al Mesías, al Rey, al Ungido, al Hijo del hombre, el verdadero Realizador del Reino.

La Iglesia continuadora de la Misión de Cristo, bajo la asistencia del Espíritu de Cristo, continúa el anuncio, el dinamismo y la manifestación del Reino (santidad, universalidad, apostolicidad, profetismo).

Por lo tanto esta expresión Reino de Dios, contiene en sí toda esa dosis de misterio, simbolismo y que se trata de explicar a través de parábolas ; semilla que crece y que la siegan (Mc 4,26-29), a una boda, a un mercader, a un percador que lanza su red... un Reino en donde Juan el Bautista no obstante ser el más grande entre los nacidos de mujer, sin embargo es menor ante el más pequeño en el Reino de Dios (Lc 7,28 ; Mt 11,11). El Reino de los cielos tiene su propio misterio que será revelado por Cristo y su Espíritu.

Desde principios de siglo, los teólogos no han cesado de discutir sobre la identidad o la distinción entre la Iglesia y el Reino. En realidad la noción bíblica es muy flexible (Phillips p. 122).

La Iglesia no se identifica con el Reino glorioso, pero se encamina ya hacia él y lo anticipa. A través de su prefiguración estamos en la primera realización. La Iglesia no ha llegado al término de su peregrinación y he aquí que ya está metida en el siglo futuro, no de una manera metafórica, sino por su misma vitalidad interior... la tensión escatológica, guarda intacto todo su dinamismo, como dice la constitución, la Iglesia a lo largo de su lento crecimiento aspira con todas sus fuerzas a la consumación. Tocamos aquí todo el misterio de la esperanza cristiana, esta expectación perseverante y segura del encuentro supremo con el Señor del Reino (Phillips pp. 123-24).

El Reino es Cristo, prolongado en la Iglesia. De aquí se sigue lógicamente que la Iglesia participa de la misma misión de Cristo, es decir, la de anunciar el Reino y establecerlo en todas las naciones. Mediante la misión y la obra de la Iglesia, va extendiéndose los límites del reino, con la incorporación de los nuevos pueblos a la Iglesia... No es pues de extrañar que el anhelo de la Iglesia se concentre en la esperanza escatológica, que suspira por la perfecta y consumada unión en el cielo. Esta tensión escatológica es tan esencial a la Iglesia, como es inseparable el Espíritu Santo de Cristo mismo. Ese mismo Espíritu, en nombre de la Iglesia, suspira por la unión consumada : "El Espíritu y la Esposa dicen al Señor Jesús : Ven" (Phillips 168-169).

La predicación del Reino por Cristo :

Dos fórmulas : Reino de Dios y Reino de los cielos.

Tema central en la tradición evangélica (Cf. R. Schnackenburg "Gottes Herrschaft und Reich" ; O.E. Evans "Kindom of God". The interpreter’s Dictionary of the Biblie.).

Mc presenta a Cristo iniciando su ministerio : "El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca" (1,14-15).

Otro momento más... (Lc 11,20 ; Mt 12,28) presentan a Cristo afirmando : Si es por medio de Dios por quien yo arrojo los demonios, es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros. En esta línea debemos colocar el texto de Isaías (26,19 ; 29,18-19 ;35,5-6 ;61,1) citado por Cristo mismo para confirmar y dar respuesta a los enviados de Juan el Bautista ; id y responded a Juan lo que habéis visto y oído : los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son curados.

Cristo presenta la presencia del Reino a través de parábolas que indican que ya está presente el Reino, pero que aún no ha alcanzado su total perfección ; la del sembrador, la de la semilla de mostaza.

Cristo habla del Reino como de algo que debe llegar con su parusía : Es preciso orar para que el Reino llegue (Mt 6,10 ; Lc 11,2).

 

Conclusiones

Según las palabras de Cristo no se puede identificar Reino e Iglesia.

El Reino de Cristo no aparece como organización, no depende de factores terrestres y humanos.

El Reino aparece como una realidad viva que no puede encerrarse en estructuras conceptuales, semilla que crece, bodas celestiales, perla, tesoro, etc.




[Inicio] [Don Quijote] [Caminando] [Contacto]
© Todos los Derechos Reservados para cada uno de los diferentes autores.
© Todos los Derechos Reservados para el material propio de Viajeros.net
Sitio diseñado con resolución de 800x600
Políticas de Privacidad en Viajeros.net
© México 1999 - 2014

Etiquetado usando ICRA & RSACi