Inicio |
Caminando |
Contacto |
Don Quijote |
Viajeros |
Juan Pablo II |
Mis Escritos |
En todo el misterio de la salvación hecha por Dios,
la Iglesia, fundada por Cristo, reconoce allí sus comienzos
y su elección. La Iglesia está prefigurada en el
pueblo de Israel desde el AT. En Israel la Iglesia queda injertada
en todo su desarrollo de salvación en el que tiene sus
comienzos. La realidad de la Iglesia tiene que ser expresada
en todos su ámbitos, la Iglesia debe aparecer como lo
que es, quiere ser y debe ser.
Dios eliege a un pueblo, el pueblo de su propiedad: Ustedes
serán mi pueblo y yo seré vuestro Dios. Es
por ello que la Iglesia tiene desde sus inicios el ser pueblo
de Dios, Israel se siente parte escogido como un pueblo esencialmente
peregrino. Dios realiza la salida del pueblo en el que tiene
puesta su esperanza y así la Iglesia también es
el pueblo peregrino, el pueblo de la liberación para todos
los hombres. Todo este aspecto de ser pueblo de Dios se encuentra
en el AT. El pueblo de Israel se constituye por las doce tribus,
y la Iglesia que es el Israel de Dios tiene su fundamento representada
en los doce apóstoles.
El pueblo vive la característica de ser nómada
en pequeños grupos y así la Iglesia también
tiene esta característica por estar presente en las comunidades
domésticas. El pueblo tiene principios comunes, leyes,
fiestas que los une, que los hace uno solo y en el nombre de
Israel tienen toda su trascendencia histórica. Israel
es el genuino pueblo de Dios; el pueblo de Yahvéh.
Israel se constituye el "resto santo" pero con su dimensión
abierta a la salvación de todos los pueblos. La elección
de Israel le da la idea de ser el resto por el hecho de ser elegido;
es el pequeño rebaño, es la célula reproductora
de lo nuevo que aparecerá después, que es la Iglesia,
el resto santo de Dios. Los judíos viven la dispersión
pero a la vez viven la unidad, viven su organización,
su situación concreta como pueblo; y así la Iglesia
también aparece extendida para todos, con su organización
en las comunidades donde se realiza el culto.
La comunidad se reune para dar el culto a Yahvéh, Israel
tiene este sentido de ser pueblo de culto, comunidad cultual
que ofrece a Yahvéh sus sacrificios reafirmando la alianza
con el pueblo. Ejemplo de esto es la asamblea reunida alrededor
del Sinaí para dar culto a Dios que los ha liberado. La
comunidad israelita se agrupa en torno a Yahvéh, acampa
en torno a la tienda de la revelación; por ello el culto
se da en la comunidad y para la comunida y esto se convierte
en Palabra de Dios.
La conciencia religiosa de Israel tenía un principio en
la ciudad santa de Jerusalén, lugar del encuentro con
Dios, y desde ahí el pueblo tiene como fundamento ser
ciudad santa, en el que la Iglesia también se convierte
en ciudad santa, en símbolo del pueblo escogido de Dios.
Jerusalén es la ciudad de Dios, la Iglesia es la Nueva
Jerusalén donde Dios habita. La comunidad judía
es reino de Dios en sentido ético-religioso, pero el reino
de Yahvéh es también una realidad actual en el
que se vive el cuto a Dios en medio de un pueblo concreto.
Israel es el pueblo de Dios porque está en relación
especial con Dios, Israel existe en Dios y para Dios, es propiedad
de él porque es obra suya, Yahvéh la ha formado,
Yahvéh le ha dado el ser pueblo; la Iglesia también
es propiedad de Dios, pues Dios es su autor, su origen y su fin.
Israel tiene una mutua relación de comunicación
y vida que le ha sido dada por Dios en la revelación pues
es el pueblo amado por Dios. Así como Israel ama a Yahvéh,
Yahvéh ama a Israel. Israel es pueblo santo en la medida
en que es sacramento de la presencia de Yahvéh; esto es
debido al acontecimiento de su elección y de su liberación.
Dios pone su santuario enmedio de ellos para siempre, su morada
estará siempre con ellos.
La misión de Israel no depende de su relación con
Dios sino también de su relación con los pueblos
y con toda la humanidad entera a la que debe anunciar la salvación
hacia todos los hombres. Por ello Israel está íntimamente
unido con el mundo, con la creación; es historia universal
a través del cual Dios realizará su obra de redención.
Israel es el portador de Yahvéh, es el testigo de la realidad
que Dios hace al hombre, es signo de su presencia, es manantial
de su amor.
Desde Israel correran a todos los pueblos los bienes contienidos
en las promesas divinas; Israel representa el pueblo de Dios,
es el mediador salvífico, regio, profético y sacerdotal.
Israel tiene como cualidad ser pueblo mediador, ser portador
hacia el universo cumpliendo su misión en orden a la salvación
del mundo. La elección del pueblo anuncia un universalismo;
la salvación garantizada por Dios cuyos principios se
dan en la creación y cuya realización se hará
en el juicio universal. El amor universal de Dios no se limita
sólo a Israel, sino hacia todos los pueblos, es el Dios
que en medio de su pueblo revasa las fronteras, que abarca al
mundo entero y lo renueva. La Iglesia por ello es también
portadora de esa salvación universal "Dios quiere
que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de
la verdad".
La realidad de la salvación no se da de manera particular,
sino que se da en medio de una comunidad; no es solo el individuo
el que se encamina hacia Dios sino que va en y con sus hermanos
al encuentro de ese Dios. Individuo y comunidad no son dos realidades
diferentes sino que una necesita de la otra para complementarse.
No son solamente las aspiraciones del individuo sino que es el
deseo de la comunidad el que lleva a cabo la Alianza con Yahvéh.
Excluir al individuo de la comunidad es enviarlo a la muerte.
Toda la acción del individuo haya su norma en la voluntad
de Dios, y su cumplimiento o incumplimiento depende del destino
del pueblo. El israelita celebra su liturgia con y en medio de
sus hermanos, no sólo y aislado; Israel es una comunidad
no colectividad anónima. La Iglesia en su mensaje cristiano
trata de la salvación del individio que está incorporado
a la comunidad.
Toda la eclesiología se encierra y tiene sus orígenes
en el pueblo de Israel, el pueblo escogido por Dios en donde
se realizan las promesas pero no promesas cerradas sino la promesa
abierta a todos los pueblos. Dios no se interesa sólo
por Israel sino a partir de él hacia todos los hombres
que anhelan la salvación. Todo el mensaje veterotestamentario
le concierne precisamente a la eclesiología. El Vaticano
II por ello afirma que el pueblo de Dios en el AT es preparación
y figura de la Iglesia del NT.
La Iglesia está incluida y prefigurada en el Israel; es
el pueblo de Dios único e indivisible por medio del cual
Dios presenta su amor patente al hombre por medio de Cristo su
Hijo, plenitud y cumplimiento de las promesas, que la Iglesia
anuncia a viva voz a todos los hombres.
Miguel Angel Ponce
R.
[Inicio]
[Don Quijote] [Caminando]
[Contacto]
© Todos los Derechos Reservados para cada
uno de los diferentes autores.
© Todos los Derechos Reservados para el material propio de
Viajeros.net
Sitio diseñado con resolución de 800x600
Políticas de Privacidad en Viajeros.net
© México 1999 - 2014